Nivel: Nivel Abierto
¿A quién va dirigido?: Todos los públicos De 3 a 4 años
Capacidad: 12 plazas
Disciplinas: Predanza
Descripción: La predanza no es una clase técnica de ballet o de danza formal, sino una iniciación al movimiento y a la expresión corporal. En estas clases, los alumnos aprenden a reconocer su cuerpo, las diversas posturas que pueden hacer, coordinar movimientos y seguir el ritmo de la música de forma libre. Todo esto mediante ejercicios y juegos dinámicos y divertidos.
Este tipo de clases están dirigidas por profesionales que combinan elementos como la psicomotricidad, la música y el juego de forma lúdica e interesante para los niños.
La predanza no es solo una preparación o introducción para futuros estudios de danza, sino que también aporta múltiples beneficios físicos, cognitivos y emocionales en edades tempranas.
Desarrollo psicomotor: Los movimientos guiados ayudan a los niños a mejorar su equilibrio, coordinación y control corporal, aspectos clave en su desarrollo físico.
Estimulación de la creatividad: Al combinar música, juego y movimiento, los pequeños aprenden a expresarse libremente, potenciando su imaginación y sentido artístico.
Mejora de la socialización: las clases de predanza son una actividad grupal, lo cual fomenta la interacción, el trabajo en equipo y la empatía.
Fomento de la disciplina y la concentración: Aunque se trate de un ambiente lúdico, los niños aprenden a seguir instrucciones, desarrollando así la atención y potenciando la importancia de la práctica constante.
Confianza y autoestima: Superar retos y participar en pequeñas coreografías ayuda a que los niños ganen seguridad en sí mismos y valoren sus logros.
Este tipo de clases están dirigidas por profesionales que combinan elementos como la psicomotricidad, la música y el juego de forma lúdica e interesante para los niños.
La predanza no es solo una preparación o introducción para futuros estudios de danza, sino que también aporta múltiples beneficios físicos, cognitivos y emocionales en edades tempranas.
Desarrollo psicomotor: Los movimientos guiados ayudan a los niños a mejorar su equilibrio, coordinación y control corporal, aspectos clave en su desarrollo físico.
Estimulación de la creatividad: Al combinar música, juego y movimiento, los pequeños aprenden a expresarse libremente, potenciando su imaginación y sentido artístico.
Mejora de la socialización: las clases de predanza son una actividad grupal, lo cual fomenta la interacción, el trabajo en equipo y la empatía.
Fomento de la disciplina y la concentración: Aunque se trate de un ambiente lúdico, los niños aprenden a seguir instrucciones, desarrollando así la atención y potenciando la importancia de la práctica constante.
Confianza y autoestima: Superar retos y participar en pequeñas coreografías ayuda a que los niños ganen seguridad en sí mismos y valoren sus logros.
